Wednesday, July 02, 2008

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Papá abandona su camisa
Su cólico de vientre es suavizado por la lluvia
Nunca he visto una mano saliendo de su frente
Tampoco una nube agitando su sombrero
No tuvimos alfombra
los cuyes se cagaban en la sala
y éramos felices
Porque nuestros pies eran de barro
y el maíz caído se dejaba sembrar en un vasito en la ventana
Porque la habitación era blanca como los muslos de mamá
de techo oblicuo donde viejas vigas sostenían
el peso de Dios de la noche y del sombrero
Mi padre ha cruzado desnudo el espejo mientras dormía
ha reflejado la cicatriz de una vela
entre los recuerdos míos y esta botella de tequila

César Olivares

Friday, May 16, 2008

POEMA 16


Entonces supe de mí por un poema
Estaba escrito sobre una etiqueta de leche evaporada
Era como las cosas que pasan
De caligrafía urgente
y de letra ingrávida
En vano perdí el tiempo hurgando fotos antiguas
y periódicos viejos
Era el poema dentro de una lata de conservas
Traía noticias mías con adjetivos de plumero
de alfombra pisada con zapatos de mendigo
Por eso la costumbre de leer lo que se esconde en la alacena
Me entero así de la vida doméstica que lleva mi mujer
cuando me ausento
Pero llegado fue el día en que su mano jamás volvió a forzar
la cerradura
Ni a recoger su trenza ni a ofrecer su ombligo
Su recuerdo quedó sobre la cama como un acertijo planteado
a la frazada vacía
Pero nada tiene ya importancia
(esto lo supe en el último verso hallado en la nevera)

Sucede que cada vez conozco menos de mí
Y a veces no conozco nada.


César Olivares

Tuesday, February 05, 2008

NAVIDAD


Jesús nació un 25 de diciembre
frente a mi casa
Usaba el cabello largo
Y tenía un padre estibador y hasta
aprendiz de carpintero

De su madre sólo supo que se llamaba María
Y cuando él decía que era virgen
Los vecinos blasfemaban soltando carcajadas

Sin embargo
Un día caminó sobre las aguas
que una señora arrojó desde su puesto de verduras

Las navidades de Jesús no siempre fueron buenas
siempre el recuerdo del viejo la virgen siempre
Y la misma cruz de hierro
pegada a su sonrisa

Ahora espera pensativo junto al “Jordán”
Un tal Bautista le ha ofrecido algunas aguas



César Olivares

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El panadero de mi cuadra
es José Watanabe
por la misma razón
que el carnicero es don Quijote

De idéntica manera
Yo soy la sangre
de mi padre
Y la escritura
la madre del cordero

Si mi vida resulta ser
la adición de sangre
escritura + cordero

¿Por qué el cordero no
puede ser
digamos
sólo un cordero?


(De: otras variaciones)

César Olivares

Wednesday, January 30, 2008

EPÍLOGO


(II)

(Al gordo Tume, amigo en las cebadas)

Pude haber leído este poema
Con la cabeza recostada sobre tus muslos
Y un cigarrillo humeando
entre tus senos
Que no importe bailar sobre los escombros
La vida me ha dado duro en el último round
pero la toalla sigue prendida de mi cuello
Conservo esta ciudad en una caverna gris de mis pulmones
Hace diez años que escribo sobre mi muerte
Es como abrir un hueco en la pared de mi esternón
y tirar el corazón desde una arteria
El gordo apura el último trago
acaricia la cicatriz de su rodilla
Conocidos son los amigos que me quedan
La abuela ha tejido una manta para sus muertos
con las telarañas de sus ojos
Toda felicidad es de tabaco
Un par de moscas copulan al borde de este vaso
y yo pienso en tu cintura
en la belleza definitiva de tu sexo ofrecido sobre la mesa
Ay rebeca yo muero por ti
La noche más alta rebequita me muero por ti
La nostalgia más fuerte que la lumbre
Lejos de ti yo me siento abatido
Y tu carné universitario de hace siete años
Tu bella mano estudiando mi bragueta
Ya no te podré ver como la primera vez
por encima de mis anteojos vacíos y tu cabello castaño
...Y aquí me tienes penando
sin poderme consolar...

De todos los buenos momentos
he decidido celebrar mi abandono
El gordo abanica su tristeza
Intenta persuadirme que el viento sopla a mi favor
Pero es imposible
En este vaso el viento ha muerto junto a la espuma
Yo te amé con locura que hasta me imaginé
que si tú me dejabas no iba a poder vivir...
Pude haberte leído este poema
Pero ya no están tus muslos desiertos
ni tus senos con olor a nicotina
Los minutos transcurren sin arpegios
La noche sola los días lluviosos
Cuesta reconocerlo
Aún duele el atardecer rosado de tu ombligo
...Pero me he convencido que en esta vida
Todo se olvida… todo se olvida…

César Olivares