Friday, November 23, 2007

EPÍLOGO


Toda soledad es liberadora
He oído hablar de un dolor de escritorio
Algo que se atasca en la solapa
y te empuja al lapicero
Con los años
Tuve que evadir el cuarto de mis padres
la mano siniestra y mi tristeza verde
(La noche entra por la cerradura de una puerta
mientras alguien dentro termina de embriagarse)
Dulcinea era la prostituta más rica de mi cuadra
Sus piernas temblaban en invierno porque no vestía pantalones
Eso lo supe cuando se llevó los míos con mi sueldo entero
No era un rocinante ni un quijote en medio de la alcantarilla
Tampoco un sancho aquejado de eyaculación precoz
De algún modo mis padres maldecirán la educación
que no me han dado
He podido ser feliz entre mis libros
y reír de barba en el espejo
Quiero descansar en mi vieja cama
Mi cuarto queda en un segundo piso
y este dolor no sube la escalera
La distancia es un zapato
Pellejo de Perseo
Frío de Voltaire / 220 voltios

César Olivares