Wednesday, March 08, 2023

A propósito de Decimario, de Cristhian Cárdenas Beramendi

Decimario, última entrega del poeta Cristhian Cárdenas Beramendi, es un sabroso y entretenido poemario conformado por ciento once décimas. La primera parte está constituida por cien décimas denominadas con el mismo título del libro, luego se encuentran “Tres décimas pisqueras” y, finalmente, “Ocho para mi tía negrita”. Este libro fue publicado en Lima, en el año 2022, bajo el sello editorial PanÓptico, el cual pertenece al Centro Peruano de Estudios Culturales.

Instrumento de juglares, payadores, pregoneros o una de las creaciones principales de la poesía popular, la décima es una composición estrófica conformada por diez versos (de allí su nombre) de ocho sílabas métricas con rima consonante. Una décima está destinada para ser recitada o cantada.  Sus temas son variados y no están desprovistos del más fino humor ni de la más honda reflexión. Sin embargo, durante el proceso de la independencia y durante las primeras décadas de la vida republicana, esta composición circuló con frecuencia a manera de pasquín y de panfleto, pues fue usado de manera peyorativa para desacreditar al enemigo político. Conocida es la sátira antirrepublicana atribuida a Felipe Pardo y Aliaga, y que me permito citar: “Si pública es la mujer / que se vende prostituta, / aquella, dos veces puta / re-pública viene a ser. / Así vengo a comprender / esta máxima absoluta: / todo aquel que se reputa / ser de república hijo, / viene a ser, a punto fijo, / un hijo de la gran puta”[1]. En nuestro contexto, las figuras máximas de la décima en el Perú recaen en Carlos Vásquez Aparicio, Abelardo Gamarra, Nicomedes Santa Cruz y David Alarco Hinostroza. En esta misma línea, Chisthian Cárdenas Beramendi se perfila como uno de los cultores más representativos de la décima peruana en la actualidad.

Volviendo a Decimario, las ciento once décimas que componen este libro abordan variados tópicos desde distintos enunciatarios. Así, en sus páginas desfilan temas como el amor, el desamor, las fiestas navideñas, el cuestionamiento a la poesía letrada, la vida en la urbe, la pandemia de la Covid-19, la vida bohemia, la muerte, el trago y la gastronomía. Es recurrente en este poemario que los temas propuestos aludan a elementos intertextuales e interculturales. En este sentido, algunas décimas nos remiten a libros, circunstancias, poemas de otros autores y hasta a composiciones musicales clásicas. Por ejemplo, la décima XLI soporta mejor el desamor cuando alude a uno de los versos más conocidos de Federico García Lorca: “UN ELÍXIR, por favor, / para encantar a mi amada, / que cayó ante la mirada / de un foráneo trovador. / Ese infame atrasador, / en su osado desvarío, / sin más se la llevó al río, / pensando que era mozuela, / mas, aunque a muchos les duela / su corazón es aún mío”.  Otro ejemplo lo podemos notar en la décima LIX, en la cual se cuestiona el encierro en épocas de pandemia; aquí el poeta recurre a una frase y a un personaje conocidos de la novelística de Mario Vargas Llosa: “DESPERTÓSE, Zavalita, / en un Perú inesperado, / todo mundo enclaustrado, / misma monja Carmelita. / El país que ahora habita / “ya no se ve tan jodido”, / pensó, antes de haber leído / tanto descaro y ruindad, / la nueva normalidad / le cogió desprevenido”.

Por otro lado, considero también que el humor es un tema central y característico del libro. Un humor untado de grandes dosis de ironía, lo cual permite abordar los contenidos presentados con cierta profundidad reflexiva. Aquí podemos citar la décima LX, en la cual se mudan convenientemente los gustos musicales modernos por composiciones musicales clásicas: “CON ESTRÉPITO escuchaba / un grosero reguetón, / sin importarme un pichón / si a un vecino despertaba. / Cuando vi que se asomaba / serenazgo por la esquina, / le bajé a “La gasolina” / y cambié a otra tonadilla: / El barbero de Sevilla / también tiene adrenalina…”. En esta otra décima el drama de la pandemia es curada con humor: “SOÑÉ UNA gripe mutante / que en una calle desierta, / andaba de puerta en puerta, / buscando un cuerpo vacante. / Al llegar al restaurante, / acecha a los comensales, / y al verla uno de los tales, / le dice con tono ameno: / -Comiendo en la tía Veneno, / ¡vacunadísimo sales!”.

Por último, un elemento paratextual como el lugar y fecha en el que fue escrito cada poema es de suma importancia para los estudiosos de la literatura. Sin embargo, en el caso de Decimario este elemento paratextual pasa a formar parte del texto lírico, pues nos permite entender, como información complementaria, el contexto histórico que motivó la escritura de las décimas. Por ejemplo, los textos que hablan sobre la pandemia están fechados entre marzo de 2020 y setiembre de 2021. El que desarrolla el tema de la Navidad nos ubica en un 24 de diciembre de 2020. Las décimas que tratan sobre el proceso electoral se encuentran registrados entre marzo y abril de 2021. Y así con cada uno de los apartados temáticos.

Sin duda, Decimario, de Cristhian Cárdenas Beramendi, es una de las gratas apariciones en el panorama actual de la poesía peruana. A esto se le suma su característica de extrañeza, pues se trata de décimas, uno de los géneros populares y de inventiva oral, y que ahora el autor nos entrega como parte de la poesía escrita, pero sin perder su esencia sabrosa, de barrio y musical. He ahí su doble importancia.

César Olivares Acate

 

Referencias

 

Beramendi, C. (2022). Decimario. PanÓptico.

Santa Cruz, N. (1982). La décima en el Perú. Instituto de Estudios Peruanos. https://repositorio.iep.org.pe/bitstream/handle/IEP/645/miscelanea2.pdf;sequence=2



[1] Información extraída del libro La décima en el Perú, de Nicomedes Santa Cruz, y publicada por el Instituto de Estudios Peruanos en el año 1982.